El Real Madrid mantiene el pulso liguero con el Barça a una sola semana del gran clásico liguero del próximo sábado en el Estadio Santiago Bernabeu (22:00, La Sexta /Autonómicas), manteniendo la renta de ocho puntos sobre el cuadro catalán tras el cómodo triunfo logrado por los merengues (0-3) ante un Athletic de Bilbao que no plantó batalla a los blancos y que sucumbió estrepitosamente, en un mal planteamiento de su técnico Caparrós que apeló más al músculo que al talento de sus jugadores para noquear a los madridistas, cometiendo un gravísimo error que le costó el choque, en un duelo que sólo tuvo un color, el blanco de los madrileños que de la mano del resucitado Kaká ( hizo un doblete de penalti) y de Cristiano Ronaldo, noqueó con una autoridad incontestable al cuadro vasco que se complica y mucho, su billete europeo para la próxima campaña.
Con una alineación insólita ( cinco defensas) y un inhabitual centro del campo (Lass-Granero-Kaká), con Xabi Alonso, Marcelo y Cristiano Ronaldo en la suplencia, Mou planteó un partido de circunstancias, con la mente puesta en la vuelta de los cuartos de final de la Champions ante el Totenham el próximo miércoles y sobre todo, con el clásico liguero, Madrid-Barça, en la cabeza del portugués, de los jugadores y de toda la afición madridista que aspira con noquear a los barcelonistas y reducir la renta a cinco puntos.
Desde el inicio, el Madrid controló la situación, con un Higuaín muy participativo deseoso de perforar las mallas de Iraizoz, algo que lo impediría la falta de puntería de cara al marco rival, el delantero argentino.
Todavía no se habían cumplido los primeros quince minutos del encuentro cuando el meta bilbaíno, Iraizoz, cometió un claro penalti sobre Di María que el colegiado del encuentro, Clos Gómez, no lo dudó, castigándolo con la pena máxima. Sería el resucitado Kaká el que engañará a Gorka y pusiera a los suyos por delante (0-1), con un lanzamiento a media altura que se coló lamiendo el poste diestro del meta rojiblanco.
El gol no sólo espoleó a Kaká sino a todo el Real Madrid que controló sin problemas el centro del equipo, manteniendo la solidez defensiva y neutralizando todos los ataques directos del Athletic que buscó erróneamente, combatir al Madrid con un fútbol precipitado y directo que se estrelló una y otra vez en los zagueros (Albiol-Pepe-Garay) visitantes.
Con el marcador a favor y con Di María como el hombre más inspirado del Real Madrid, una conexión del ex jugador del Benfica con su compatriota, Higuaín, pudo ser el segundo tanto pero el disparo del “pipita” se topó en los guantes de Iraizoz.
El único acercamiento con peligro del Athletic llegaría de la mano de Muniaín que sin duda, demostró su enorme atrevimiento buscando una y otra vez, la conexión con Fernando Llorente, el “rey león” del cuadro rojiblanco. Así, un remate del joven mediapunta del conjunto bilbaíno obligó a Casillas a intervenir, en la que fue una de las pocas intervenciones que tuvo en el día de hoy, el meta mostoleño del Real Madrid.
Antes del segundo tanto madridista, Di María y el propio Kaká gozaron de tres claras ocasiones ( dos del “fideo” y otra del ocho blanco”) cuyos remates no encontraron su objetivo y se marcharon por encima del marco de Iraizoz.
En el segundo periodo, llegaría también de penalti, nuevamente cometido por Di María que fue derribado por Del Castillo en un intento de frenar el “slalom” de veintidós merengue. Así, Kaká volvió a demostrar su sangre fría e hizo el (0-2), resultado con el que finalizaría la primera mitad.
A pesar del marcador en contra, los de Caparrós salieron más enchufados que en el primer acto, especialmente, Fernando Llorente que a pesar de no contar con fortuna de cara al gol, lo intentó de todas las formas posibles aunque unas veces por su falta de puntería y otras por un sólido Casillas, el riojano se quedó sin el anhelado premio del gol con el que sueña todo delantero.
Con el paso de los minutos y el partido resuelto, Mou dio entrada a dos de sus piezas básicas, Xabi Alonso y Cristiano Ronaldo en detrimento de Di María y de Higuaín.
El Madrid ganó en profundidad y así, un sensacional pase entre líneas de Granero fue conectada por Cristiano que hizo acopio de sus enormes facultades físicas y técnicas, ganando por velocidad a dos zagueros del Athletic, a los que recortó con dos bellos regates que le permitieron encañonar a Irairoz y poner el (0-3) en el electrónico de La Catedral.
Hasta el final del choque, los “leones” no perdieron nunca la cara al partido a pesar del resultado. Así, dos remates de Toquero, el hombre con más insistencia del conjunto vasco volvieron a tropezar en las manoplas del mejor guardameta del mundo, Iker Casillas, capitán y auténtico líder de la nave blanca. El Madrid aguanta el pulso liguero al Barça….
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